Un niño ruso de tres años de edad conduce con su batería una orquesta de músicos adultos interpretando el Can-Can de Offenbach.
La impresionante actuación tuvo lugar en la Sala de Conciertos Nueva Estado de Arnold Katz en la citada localidad, la tercera más poblada de Rusia (después de Moscú y San Petersburgo), y que es el centro científico, cultural, industrial, de transporte y financiero de Siberia.
Debió de aprender para quitar el frío.
Un saludo,
Félix
1 comentario:
Pero qué bestia!
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