sábado, 18 de agosto de 2007

RECUERDOS DE INFANCIA

Cuando el Miércoles dia 15 me acerque a Miranda Do Douro, recorriendo la feria de la cerámica pude ver en un Stand (puesto) un señor que vendía peonzas (no borracheras), peones (que no trabajadores) o trompos, creo que también se llaman así. Este juego creo que muchos hemos jugado cuando eramos críos. No es chulería pero yo era un as rompiendo peonzas (asi se llama a este juego por Asturias), el juego consistia en lanzar la peonza dentro de un círculo que se hacia, aquel peon o peonza que quedara dentro de ese circulo debia quedar alli. El siguiente del turno, lanzaria intentando darle al peon que alli dispuesto recibiria un ferronazo (llamabamos ferrón al clavo que el peón o peonza lleva en su parte delantera, con la cual el peón rueda y puede, por el impulso y el golpe partir la peonza alli dispuesta) de ahí el nombre de ferronazo. Así sucesivamente, íbamos tirando unos tras otros intentando partir el mayor número de peonzas que hubiere en el círculo. Ganaba quien más peonzas partía.
Y todo este rollo viene a cuento de que compré la peonza y me puse a rodarla, no con tanta maestría como hace años, pero si para deleite de mi hija que veía que ella era incapaz y yo si. Así que por un momento me sentí un crio de aquel barrio jugando a la peonza.
No solo destacaba yo en este juego, habia otros como el juego de las piedriquinas (parecido a las tabas) que cogiendo doce piedras en la mano se lanzan al aire y deben cogerse con el dorso cuantas más mejor. A continuación con las que hemos cogido debemos intentar coger el resto y si no somos capaces con el resto juega el contrario, bueno no sé cómo explicar. Luego está el futbolín, que también nos pasábamos horas de clase jugando a él.
SALUD
pemece

lunes, 6 de agosto de 2007

La camiseta viajecera

En esta ocasión, la PMC se adentra en la comarca zamorana de Aliste, una de las capitales de la España profunda. Lugar de gentes humildes de piel curtida por el pastoreo y en donde el Viajecero (término de la lengua española que tiene su origen en la contracción de los términos “viajero” y “pemecero”) descubre sensaciones únicas cuando degusta unas mojellas insuperables, seguidas de una extraordinaria chuleta de ternera a la brasa de encina, acompañadas de queso, pan y vino, todo ello de la tierra. Una vez dada buena cuenta de estos placeres, el Viajecero retorna a su Asturias dejando a la izquierda la Sierra de la Culebra y atravesando Bercianos de Aliste, pueblo en donde se celebra la Semana Santa de igual manera que se hacía ya en la Edad Media: los mozos salen en la procesión portando las telas que les servirán de mortaja. El Viajecero retorna feliz por el exceso de buen colesterol acumulado pero también triste porque sabe que pasarán unos pocos meses para tornar...
PMC, agosto de 2007.

Fotos que lo demuestran

Pepe

jueves, 2 de agosto de 2007

Canto del pirata

La llama viva de la PMC, del correo y del blog, o sea, Don Francisco, en su búsqueda consoladora de rimas que le permitan desahogar sus pesares, nos manda una sobre un corsario fuera de la ley, como corresponde. Yo, que no conocía tal tema, busco la canción y doy con un LP (lo de CD es para los modernos) de Suburbano llamado "Los delirios del pirata" que está formado por 18 temas monotemáticos, en tono pop suave, cómodo de escuchar, del que extraigo el tema de Paco, "Canto de pirata" para que lo conozcamos todos.

Suburbano - Canto de pirata

Un saludo,
Félix