lunes, 19 de noviembre de 2007

Villalcázar de Sirga

Hace mucho tiempo que conocí el Mesón Los Templarios de Villasirga (como es conocida habitualmente la villa). Exactamente por San Valentín de 1993. Creo que ya he hablado de nuestras salidas anuales por esta fiesta tan típica para las parejas. El sábado pasado volvimos otra vez y vive Dios que tenía muchas ganas de hacerlo.
Se organizó un grupo de 35 personas más el chófer del autobús (hoy en día no se puede hacer esto si no es con transporte externo o estancia en el hostal que tiene el pueblo).
Visitamos primero la iglesia de San Hipólito el Real en Támara de Campos, una maravilla, y luego la archiconocida de San Martín de Frómista. Después, ya en Villalcázar de Sirga, apenas nos dio tiempo de ver la iglesia de Santa María la Blanca. Pero sí que lo tuvimos para ser recibidos, como si fueramos peregrinos, con todos los honores por los herederos de Pablo, el mesonero mayor del Camino de Santiago, y atendidos debidamente en una comida medieval sin platos ni cubiertos (excepto una cuchara de madera para la sopa de ajo). Las viandas se ofrecen sobre una torta de pan partida al medio, a modo de boina. El rico y fresco clarete castellano en jarras y vasos de barro. Cada plato es presentado al son de dulzaina y tambor, en corrillo sobre las mesas (en este caso, la nuestra, como principal del mesón). Al final, una invocación al santo sobre el flameante licor del peregrino (no hay conjuro porque no es queimada, Varo) con las luces apagadas y el posterior reparto entre los comensales. Y en todo momento, buen rollo por parte del dulzainero y el tamborilero, animando constantemente la comida, con final de traca con todo el mundo bailando entre las mesas.
Esta era la carta:

ORDEN DEL YANTAR DESORDENADO
*
Tropezones de jamón, chorizo, morcilla, queso,
cecina, lomo adobado y tortilla española, que
gustaban hidalgos y mozos de mular e asimismo,
honesta y parcamente las fermosas doncellas.
*
El cuenco de más pan que carne
*
El lechazo asado, ayudades por el vino
en zaques de la tierra
*
Las frutas del tiempo.
Los dulces de la Sirga, y
con regocijada algazara
El licor de los Peregrinos
*
LAUS DEO


Un saludo y perdonad por la envidia,
Félix